miércoles, 31 de octubre de 2012

Déficit Atencional



 
 
 
 
El Déficit Atencional es un síndrome conductual que presenta alteraciones en el sistema nervioso y se da en niños con capacidad de inteligencia normal, se producen dificultades en la capacidad de concentrarse y de sostener la atención en un tiempo extenso. El Déficit Atencional no siempre se presenta con hiperactividad.
Este trastorno afecta entre un 5 y un 10% de la población infanto-juvenil, y es tres veces más frecuente en niños que en niñas.
 
Es en la sala de clases el lugar donde se hacen más evidentes las dificultades y alteraciones que tiene un niño con Déficit Atencional, debido a que es aquí donde se presentan con mayor claridad, frecuencia e intensidad con respecto a sus compañeros, ya que generalmente en la casa estas conductas no son tan notorias.
 
 
Si bien es cierto que las causas del déficit atencional están en discusión, se le da gran importancia a la teoría de una base genética y un conjunto de factores desencadenantes. Por lo que indicaremos dos factores causantes del Déficit Atencional, hablamos de:
 
  • Factor genético: podría ser heredado. Estudios señalan que este síndrome es siete veces más frecuente en hermanos y entre once y dieciocho veces más frecuente en hermanos gemelos.
  • Factores ambientales: se está poniendo atención a las toxinas ambientales que puedan presentar los colorantes de los alimentos comercializados en el mercado alimentario.


Posibles Consecuencias
El Déficit Atencional perturba el comportamiento de los niños. Se debe poner mucha atención si la forma de actuar y de relacionarse tan negativa persiste durante mucho tiempo, podríamos llegar a pensar que este niño sufrirá de los mismos síntomas y consecuencias durante la adultez.
  • Baja considerable del rendimiento escolar.
  • Baja autoestima a causa de sentimientos de frustración.
  • Problemas de conducta
  • Dificultad para relacionarse con sus pares.
  • Aislamiento.
  • Sufren el rechazo social y discriminación.
 

 
Tratamiento con psicoestimulantes
 
Para la medicina tradicional los estimulantes han resultado ser la terapia más común para el déficit atencional: estos inhiben la impulsividad y la hiperactividad y generalmente mejoran el rendimiento en pruebas que miden la atención.
 
El más conocido de ellos es el Ritalín. Sus ventas superan los US$ 350 mil dólares en el orbe y en Norteamérica más de un millón de niños reciben diariamente el fármaco. En Chile se despachan 15 mil unidades anuales con receta (3).
 
En estudios controlados se demostró que más del 70% de los niños que presentaban SDA con hiperactividad mejoraban sus síntomas con un tratamiento de psicoestimulantes de al menos 4 semanas. Estos niños mostraron:
 
  • Reducción de la actividad motora
  • Podían permanecer mayor tiempo sentados
  • Mayor tiempo concentrados en una tarea
 
Sin embargo, a pesar de las numerosas investigaciones y estadísticas que se empeñan en demostrar los beneficios de los psicoestimulantes, especialmente del Ritalín, la controversia crece cada día en torno a los efectos colaterales inmediatos y ulteriores, tanto en niños como en adolescentes. Entre los primeros efectos, los más citados son: insomnio, nerviosismo, anorexia, cefalea, dolor de estómago y alucinaciones.

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